“Lágrima de Titanio” no es frágil. Es la prueba de que lo que brilla también puede ser fuerte.
Su forma fluida y su superficie texturizada son un homenaje a la resistencia emocional: lo que te conmueve, pero no te quiebra.
Estos aretes en baño de rodio nacen del contraste entre delicadeza y poder, como una armadura suave, como una emoción blindada.
Perfectos para atuendos que no necesitan explicarse. Para mujeres que aprendieron que su vulnerabilidad también las sostiene.